Un Mundo Convulso y en Crisis,
Cargado de ricos y pobres.
Por Daniel Mancebo Zorrilla.
Estamos asistiendo a un escenario de increíbles y espeluznantes cambios en el escenario mundial. Los acontecimientos que están sucediendo durante el último lustro en el planeta Tierra, nos hacen asumir una profunda reflexión sobre el futuro de la humanidad, la viabilidad de nuestro sistema financiero, el deterioro del medioambiente y la habitabilidad del planeta.
Veamos algunas cifras, verbigracia, de lo que digo; algunos datos los he subrayado expresamente:
La población de nuestro planeta, según International Programs Center del U.S. Census Bureau, habría alcanzado para el 16 de Abril de 2011, algo más de 6, 912, 609, 852 habitantes.
El Banco Mundial, en su informe de prensa, fechado el 14 de abril de 2001, “High and Volatile Food Prices Continue to Threaten the World’s Poor”, estima que hay cerca de 1200 millones de gentes viviendo debajo de la línea de la pobreza, con menos de 1.25 dólares americanos por día y que 44 millones más de personas, desde junio del año 2010, se han sumado a la pobreza extrema, debido al alto precio de los alimentos. Penosamente, aproximadamente 360 mil niños nacen cada día para engrosar este número de indigentes.
Estas cifras, ante los ojos del resto del mundo, solamente pueden ser calificadas de escalofriantes e inmorales. Y las califico de esta manera, porque si sumamos, las riquezas acumuladas por las 20 personas que, según Forbes, en su listado del año 2010, son las más ricas del mundo, esto alcanza un total de más de USD 551 mil 100 millones.
Según la Oficina Internacional del Trabajo (OIT) en su último informe, fechado en 2010, hay 215 millones de niños, de los países deprimidos, los cuales están en Asia, África y América Latina, que trabajan como esclavos, aproximadamente unas 15 horas diarias.
El PIB (PPA) del planeta alcanzó, el año pasado, una cifra de USD 72.302.635 millones.
Estas riquezas y valores, indudablemente, mejor distribuidos, con seguridad, harían un mundo mucho mejor y agradable para la vida.
Para el 16 de abril de 2011, el National Priority Project, estimaba, que desde el año 2001, con las guerras de Afganistán e Irak, los Estado Unidos de América, se han gastado la impresionante suma de 1, 181, 160, 748, 000 de dólares. Según sus datos, al día de hoy, el coste total de la Guerra que ha sido asignado por el Congreso Americano es de $1.26 trilliones de dólares, con $815 billiones para Irak y $445.1 billiones para Afghanistan.
Las cifras de muertos por las guerras y la violencia social, en general, son difíciles de obtener. Pero mencionaremos, por ejemplo, la cifra que el Gobierno de México estimó, en el 2010, calculada solamente para el período de los dos años previos, de 28 mil personas muertas por la violencia del narcotráfico. El 28 de enero de 2008, la ORB publico la cifra aproximada de 1.033.000 muertos en la Guerra de Irak.
El coste de las operaciones militares de los Aliados de la OTAN contra el régimen de Gadafi aún está por valorarse en forma definitiva, pero es impresionante ver la riada de gente que escapa en pateras o por los medios que encuentran de aquella zona de conflicto hacia la vecina Italia. En toda guerra se suele desatar siempre una crisis humanitaria inconmensurable.
Indudablemente, sin dejar de mencionar al Japón que ha sufrido una pérdida terrible de vidas humanas y de su fauna nativa, a la vez, y el enorme daño de su infraestructura económica, fruto del terremoto, el subsecuente maremoto, y el desastre radioactivo de sus reactores nucleares, que el mundo está muy revuelto.
Parece que nuestro planeta quisiera vomitarnos, desde Haití hasta el Japón.
La plusvalía del trabajo y el interés perverso del capitalista, son en definitiva, el timón que nos dirige al derrotero por el que vamos.
Parece ser que cada día vamos hacia la entropía del sistema económico, social, y ambiental. Nuestro planeta Tierra más que un sitio seguro, se ha convertido en un lugar, sin lugar a dudas, de absoluta incertidumbre. Pero esa incertidumbre, lamentablemente, la padecen más los pobres de la Tierra. Los ricos cada día aumentan inmoral e inmisericordemente sus riquezas y los pobres parece que finalmente están destinados a desaparecer de la faz de la tierra debido a tanta pobreza extrema.
¿Se ha de cree en unos líderes políticos que han producido estos valores desastrosos?
Un refrán español dice: “Mientras más conozco al hombre, más quiero a mi perro”. Pero, personalmente prefiero decir: “Mientras más conozco al hombre, más creo en Dios”.
Daniel Mancebo Zorrilla 