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Archive for December, 2014

Daniel Mancebo Z.-aSexual activity of living beings is extremely complex, when part of the different variables and tastes that arise for mating and reproduction of our species. Although the ultimate goal of sexual activity has always biologically been procreation and perpetuation in space and time of the genome, in almost all species sexed this approach for intercourse was given through the mechanism that determine and control the impulse for sexual pleasure in our Limbic System, including the Amygdala and Hippocampus.The expression of these mechanisms has established what is called courtship and a series of erotic rituals that have shaped the culture and, vice versa, culture to such erotic expression.

Sexual selection is an important Darwinian evolutionary concept has served to explain the emergence of secondary sexual characteristics, such as elements of attraction in different species of living beings.

In the main basics of courtship, foreplay and sexual interlocking, our species phylogenetically conserved the common elements of the taxonomically lower species. I clarify that essentially is very similar, but, as I said earlier, the expression of courtship itself has changed culturally very broadly and even in primary targets of sexual purpose.

In general, it is assumed that some traits are a result of fighting and competition between members of same-sex in a given species for accessing the pleasure that intercourse gives with the opposite sex members. It is what comes to define intersexual selection.

These secondary sexual traits are established by morphological variation in appearance between males and females of the same species, in which size, color of skin, hair, body odor, sound and tone of communicative language is included, etc.

As a man, I will refer to the type of woman who for us is a sexual attraction, ie, women who have the potential to become sexual partners, for their physical attributes, in general. But, I will outline how it has changed over time and culture.

During early times, probably, body odor of the sweat and feces, as in dogs and other animals, and these should be a powerful sexual attraction; just like a big fat ass, as shown in limestone statuette of more than 30,000 years representing the Paleolithic woman: Germany’s famous Venus of Willendorf.

Willendorf-Venus-1468

In the eighteenth and nineteenth centuries, almost dawn of the Belle Époque, in England and France, was displayed and showed incorrectly in circuses and spurred the whole sexual fantasy of men of those nations, the Bushman woman from the tribe Khoikhoi, called Sarah Baartman, known as the Hottentot Venus, born in 1789, in a valley in South Africa.The attractiveness and sexual characteristics of this poor woman, who died on the voyage probably of a syphilis illness, was the prominence of ass (steatopygia) and have a labia minora in her vulva, very typical of women Khoikhoi, which, according to historian Stephen Jay Gould, “hung from 3 to 4 inches below the vulva when they were standing” (sic).

Sawtche_(_dite_Sarah_Saartjie_Baartman),_étudiée_comme_Femme_de_race_Bôchismann,_Histoire_Naturelle_des_Mammifères,_tome_II,_Cuvier,_Werner,_de_Lasteyrie

Already during the Belle Époque, even long after the World Wars, the prototype of attractive woman was very much like the woman who was exhibited in the tables of Spanish painter, Julio Romero de Torres: a brunette, body shape Guitar and mellifluous speaking woman. A very similar type exhibited the famous artists of Mexican cinema such as Maria Felix, Gloria Marín and the singer Maria Victoria, etc.

The French and Americans also liked similar types, for that time, massive women and plump, with oval and / or rounded shape and pleasant faces, and with shapely like guitar bodies.

The advent of the porn industry during the 70s and 80s, becomes the model of the American woman, a blond guy or brown, thin and longilinear structure; but, above all, a buxom breast woman and a little ass.The buttock, primitive motif attraction, seems to be minor in importance than breasts.

But behold, in fashion and in life itself, everything is cyclical. In the 70s in Italy, France, came into vogue the big ass woman. Many Europeans then sought African women, mulatto Caribbean and Brazil, with prominent ass, but not loose, but firm and tight.

With the famous: Jennifer Lopez, Nicki Minaj, Lady Gaga, Cheryl Cole, Rihanna, and maximum big assed majesties: Beyonce and Kim Kardashian, it seems that the love for the Venus Hottentot who scandalously paced Europe in the Nineteenth Century, returns again to be fashionable and the steatopygia like a feminine charm is a strong comeback.

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Daniel Mancebo Z.-aLa actividad sexual de los seres es sumamente compleja, cuando se parte de las distintas variables y gustos que surgen para el apareamiento y reproducción de nuestra especie. Aunque el fin último de la actividad sexual siempre ha sido biológicamente la procreación y perpetuación en el espacio y el tiempo del genoma, en casi todas las especies sexuadas esta aproximación para la cópula se ha dado por medio de los mecanismo que deciden y controlan el impulso para el placer sexual en nuestro Sistema límbico, incluido las amígdalas y el hipocampo. La expresión de estos mecanismos, ha establecido lo que se llama el cortejo y una serie de rituales eróticos que han moldeado la cultura y viceversa, la cultura a dicha expresión erótica.

La selección sexual que es un concepto evolutivo darwiniano importante, ha servido para explicar el surgimiento de los caracteres sexuales secundarios, como elementos de atracción en las distintas especies de los seres vivos.

En los principales aspectos básicos del cortejo, los escarceos y la trabazón sexual, nuestra especie ha conservado filogenéticamente los elementos comunes de las especies taxonómicamente inferiores. Aclaro que, en lo esencial es muy parecido, pero, tal como afirmo al principio, la expresión del cortejo sí ha variado culturalmente de una manera muy amplia e, incluso, en las metas primarias del objetivo sexual.

En general, se asume que algunos rasgos resultan de la lucha y de la competencia entre los miembros de grupos del mismo sexo en una especie dada para acceder al placer que proporciona la cópula con individuos del sexo opuesto. Es lo que viene a definir la selección intersexual.

Estos rasgos morfológicos sexuales secundarios se establecen por la variación en la fisonomía entre los machos y hembras de una misma especie, en los que se incluye tamaño, color de piel, de pelo, olores corporales, sonido y tono del lenguaje comunicativo, etc.

Como hombre, me referiré al tipo de mujer que para nosotros, constituye un  atractivo sexual, es decir, mujeres que poseen un potencial en convertirse parejas sexuales, por sus atributos físicos, en general. Pero, esbozaré cómo ha cambiado a través del tiempo y la cultura.

Durante épocas primitivas, probablemente, el olor del cuerpo, de los sudores y excrementos, como en los perros y otros animales, y debían constituir una poderosa atracción sexual; al igual que un culo gordo y grande, como se observa en la estatuilla de piedra caliza y de más de 30 mil años que representa a la mujer paleolítica: la famosa Venus alemana de Willendorf.

En el siglo XVIII y XIX, casi albores de la Belle Époque, en Inglaterra y Francia, se exhibió abusivamente en circos y sirvió de acicate a toda la fantasía sexual de los hombres de esas naciones, a la mujer bosquimana, de la tribu Joijoi, llamada Sara Baartman, mejor conocida como la Venus Hottentot, nacida en 1789, en un valle de Sudáfrica. El atractivo y las características sexuales de esta pobre mujer, que murió en su periplo de probablemente sífilis, era la prominencia del culo (esteatopigia) y tener unos labios menores en su vulva, muy típicos de la mujer joijoi, que, según el historiador Stephen Jay Gould, “colgaban de 3 a 4 pulgadas por debajo de la vulva cuando estaban de pié” (sic).

Ya durante la Belle Époque,  aún por mucho tiempo, después de las Guerras mundiales, el prototipo de mujer atractiva era muy parecido a la mujer que se exhibía en los cuadros del pintor español, Julio Romero de Torres: una mujer morena, de forma corporal de guitarra y de hablar melifluo. Un tipo muy similar exhibían las famosas artistas del cine mejicano, como María Félix, Gloria Marín y la cantante María Victoria, etc.

A los franceses y norteamericanos también les gustaban tipos parecidos, para esa época, mujeres macizas y llenitas, con caras ovaladas y/o de forma redondeadas y agradables, y, con cuerpos torneados como guitarra.

El advenimiento de la industria pornográfica, durante los años 70 y 80, convierte el modelo de mujer norteamericana, en un tipo rubio o moreno, de estructura delgada y longilínea; pero, sobre todo, en una mujer pechugona y con un culo pitiminí. El trasero, motivo de atracción primitivo, parece cobrar entonces poca importancia y los pechos mucho más.

Pero he aquí que, en la moda, así como en la vida misma, todo es cíclico. En los años 70 en Italia, en Francia, se pudo de moda el atractivo hacia la mujer culona. Muchos europeos buscaban entonces mujeres africanas, mulatas caribeñas y de Brasil, con traseros prominentes, pero no flojos, sino firmes y prietos.

Con las famosas: Jennifer López, Nicki Minaj, Lady Gaga, Cheryl Cole, Rihanna, y las máximas majestades culonas: Beyoncé y Kim Kardashian, parece que el gusto por la Venus Hottentot que se paseó escandalosamente por Europa en el siglo XIX, vuelve a estar en boga y la esteatopigia como encanto femenino resurge con fuerza.

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