Por Daniel Mancebo Zorrilla
“El genio es cuestión de narices”.
Roque Dalton.
En la primera parte publicada sobre la investigación de la población española con el apellido Mancebo entre los siglos XVI y XVIII, y su migración hacia las tierras americanas, concluía que, desde el año 1700, históricamente hablando, ya había ciudadanos españoles con este apellido viajando por las aguas del Golfo de México y, que, en la segunda mitad del siglo XVIII, a partir de 1787 en adelante, según el Archivo General de Indias, “estaban asignados como militares o soldados, en las antiguas Capitanías Generales de Cuba y probablemente de Puerto Rico y Santo Domingo” (sic).
En el artículo anterior, observamos que para ese período de tiempo, la población con ese apellido, se centraba como un cinturón leve y abierto en las áreas circunvecinas de la capital Madrid: Albacete, Valladolid, Ciudad Real, Ávila, Cuenca. Ver en este artículo el mapa de España, en el que se señalan con puntos azules y proporcionales, la distribución escasa de la población con el apellido Mancebo. Pero, esto era así, quizá, porque ya para 1561 se había establecido la condición de Madrid como capital del Imperio y de la monarquía, cuando los Reyes trasladaron las cortes desde Toledo a la villa de Madrid.
Mapa de distribución de la población con apellido Mancebo en la España de 1500 a 1800
En los datos de El Archivo General de Indias que encontré, impresiona que la mayor parte de las personas con apellido Mancebo, de esa época, casi el 100%, marchaba al territorio de Nueva España (México). Esto es comprensible, debido a los rumores de las atractivas riquezas del Imperio Azteca.
¿Pero marchaban todos siempre a México?
La isla de Santo Domingo estaba en la ruta obligada para ir la Nueva España, y pasó a formar parte del Virreinato de la Nueva España, desde que este se creó en el año de 1535. Según la Wikipedia, la colonia de Santo Domingo “tuvo un papel importante en el establecimiento de colonias españolas en el Nuevo Mundo por ser un centro de conquistadores españoles en su camino hacia la conquista de la América” (sic). Quiero decir, que probablemente, muchos de los que se embarcaban para la Nueva España, quizá, cansados de un largo viaje, de meses de duración en el mar, se quedaran en la escala técnica que hacían en Santo Domingo, antes de preferir volver a viajar. Pero esto es interesante para mí, por una razón simple, que, según me ha dicho mi padre Sotero Mancebo (Tatín), a él sus abuelos siempre le decían que los primeros Mancebo que habían llegado a Santo Domingo procedían de México.
¿Volvían desde México a Santo Domingo o se quedaban en Santo Domingo durante la ruta a México?
Esta es una hipótesis que se podrá aclarar o relegar con los datos históricos que pasaré a describir y analizar en los párrafos siguientes.
En Salt Lake City, Utah, existe una base de datos de registros genealógicos que contiene miles de millones de datos, incluyendo nombres, nacimientos, matrimonios y defunciones, etc. Todos estos documentos están digitalmente guardados y fotografiados. Probablemente, debe ser la base de datos más grande del mundo. Ha sido una labor titánica de extracción de datos, hecha por The Church of Jesus Christ of Latter-days Saints. A ella he recurrido para culminar este trabajo de investigación.
Según el Archivo General de Indias, la primera persona española con apellido Mancebo que muere en América, es el soldado José Mancebo, nacido en Cuenca, en el año de 1700, y que muere en Veracruz, México. Aunque deducimos, que la familia Mancebo que marchó antes desde Guadalajara, en 1560, al Perú, debió haber fallecido primero que este soldado; pero este registro de defunción no consta. Tambien registra el Archivo de Indias, con fecha 10 de julio de 1717, a Lorenzo Mancebo, natural y vecino de Sevilla, para viajar a Nueva España, México.
Según los archivos de la base de datos de Salt Lake City, la población de personas nacidas y bautizadas en México que tuvieron el apellido Mancebo (en primer lugar o de segundo), para los años del 1700 al 1850, era diez (10) veces superior a la que aparecía en la Isla Española o Haití Español para el mismo tiempo.
Pero, en esos mismos archivos de Salt Lake City, no aparece ninguna persona con apellido Mancebo, ni nacida ni fallecida o residiendo en Cuba ni en Puerto Rico, pero sí en Santo Domingo, para los años 1700 a 1850. Aunque el Archivo General de Indias registraba la presencia de soldados españoles con el apellido Mancebo en el Regimiento de Cuba, en 1787 y 1798, pero parece ser que no se quedaban allí.
Y la primera persona con apellido Mancebo que aparece fallecida en el Caribe, específicamente en la República Dominicana, corresponde a una mujer, llamada Lorenza Mancebo , en Baní, en fecha 21 de mayo de 1774. Es la primera presencia histórica, con datos, que aparece en República Dominicana de persona alguna con ese apellido. Hay que recordar, que para la sazón, Santo Domingo, era territorio español de allende los mares. Por la similitud de nombre del emigrante sevillano Lorenzo Mancebo, mencionado previamente, y la proximidad de territorio y la fecha con que marchó hacia Nueva España (Mexico), en 1717, y la fecha de la muerte de la última, 1774, podría deducirse o conjeturarse algún parentesco paterno-filial, porque era habitual poner el mismo nombre de los progenitores, sobre todo, a los primeros hijos, entre Lorenzo y Lorenza Mancebo. Lorenza Mancebo, desde luego, muere en Baní, pero pudo haber nacido en el mismo lugar o haber llegado procedente de México o desde España. Con toda probabilidad era una española criolla (que es como se llamaba a los primeros descendientes de europeos nacidos en América: criollo o criolla). En la primera parte de esta investigación, se menciona que el Archivo General de Indias, recoge a Ana Lorenza Mancebo, como la primera mujer que viaja aparentemente sola, hacia la Louisiana, a quien se le concedió licencia para un viajar a ese territorio de Nueva España, hoy parte de la unión estadounidense, en fecha 24 de julio de 1778. Pero, indudablemente, aunque los nombres de las dos personas son muy similares, indudablemente que la Lorenza Mancebo, fallecida en Baní, es otra persona porque muere 4 años antes del viaje de la última.
La segunda persona que aparece fallecida en la Isla Española, corresponde a Bernardo Mancebo, en fecha 21 de abril de 1814, en Baní, República Dominicana. Era hijo de Tomás Mancebo y había nacido en Azua en fecha no registrada. Posiblemente otro criollo.
En esos archivos de Salt Lake City, se registra a Lucía Mancebo, como la primera bautizada, en fecha 24 de diciembre de 1816, en la Catedral de Santo Domingo, de la isla Española. Probablemente, naciera un mes antes en la misma ciudad primada. Luego, aparece José Daniel Mancebo, en fecha 27 de mayo de 1838, como la segunda persona nacida en la Española (a la sazón ocupada por Haití), con el apellido Mancebo y bautizada en la Iglesia Nuestra Señora de Regla, en Baní, provincia Peravia. Aunque homólogos, no se trata del autor de esta investigación y, quizá, un parentesco muy lejano. Pero, esto no quiere decir que no hubieran nacido otras personas con este apellido previamente, sino que son los primeros que aparecen registrados en esta gran base de datos.
La tercera tercera persona registrada como nacida, en estos archivos mencionados, es Juan Evangelista Mancebo, nacida en El Seibo (así con i latina aparece en el original), República Dominicana, en fecha 6 de octubre de 1838.
Ya veis, las dos últimas personas con el mismo apellido, nacidas, en el mismo país y el mismo año de 1838, pero con una distancia entre Bani y El Seybo de 200 kilómetros aproximadamente.
El primer matrimonio de una persona con este apellido Mancebo que aparece en la base de datos de Salt Lake City, se registra en la Iglesia de Los Remedios de Azua, en fecha 29 de febrero de 1840, entre Rudesindo Mancebo y María De los Reyes Martínez. La segunda boda registrada se produce en la misma Iglesia de Los Remedios de Azua, en fecha 30 de agosto de 1848, entre Ana María Mancebo y Carlos Ortiz.
Según esta base de datos, la mayoría de la población con este apellido, es decir el núcleo poblacional central) se encontraba entre Azua y Bani, con un 75%. Parecía haber más apellido Mancebo en Baní (un 42 %) que en Azua (33%); pero cabe recordar que antes de las divisiones territoriales, para esos años todo el suroeste pertenecía a la vieja provincia de Azua y era el puerto por donde entraba todo pasajero hacia el suroeste. Luego, continuaba la villa de San Carlos de Borromeo, hoy barrio capitalino de Santo Domingo, República Dominicana con 17%, y, por último el Seybo con 8%. Se puede deducir que desde estos distintos sitios llegaran a diseminarse hasta Ocoa, Las Matas de Farfán, Mella, Duvergé, Pedernales y San Pedro de Macorís y diferentes lugares más. Posiblemente, los de San Pedro, desciendan de la rama del Seybo.
Según la Wikipedia, Azua era la “cabecera más antigua de todas las provincias sureñas y una de las primeras ciudades fundadas” (sic) en la Isla Española y en “el Nuevo Mundo” (sic). Tan rápido se convirtió en un importante centro urbano, así también su puerto se convirtió en “paso obligado entre los poblados del Suroeste y la ciudad de Santo Domingo” (sic). Pero el 16 de octubre de 1751, fue destruida totalmente por un terremoto y un maremoto, lo que pudo haber afectado no solamente en pérdida de vidas, destrucción económica, sino también de información y documentos de archivos importantes de sus primeros pobladores. Conjeturo, que la dispersión posterior de varias familias, incluida la Mancebo, por Baní, y otras áreas circunvecinas: Estebanía, Ocoa, Las Matas de Farfán, Duvergé, y el resto del país, sería uno de sus resultados o consecuencias.
En la provincia de Barahona, los registros de Salt Lake City, solamente presenta el dato de Eulojia Mancebo (con J), hija de Thomasa Mancebo, y bautizada en la Iglesia de Santa Cruz de Barahona, República Dominicana, en fecha 20 de julio de 1874. Eso no quiere decir que no existieran más antepasados, puesto que sí existían para ese tiempo, los que habitaron la región de Los Pasos, Mella, Duvergé, Barahona, República Dominicana, que solo distaba algo más de 28 kilómetros desde Barahona. Quizá, la falta de registro, se deba a la condición de pedanía o paraje para esos tiempos. ¿Pero qué hizo que una rama del apellido Mancebo se refugiara en zona tan aislada y lejana como Los Pasos de Mella? Probablemente, la respuesta está en la búsqueda de zonas yermas y baldías que permitieran la posesión de tierras y la sustentación de la vida: la pobreza.
Ver gráfico, abajo.
Hay dos personajes históricos de los que hablaré. El primero, Vicente Mancebo. Aunque históricamente aparece vinculado en el proceso de la Independencia Efímera de la isla Española respecto a España, en 1821; no hay un registro, o por lo menos, no lo encontré yo, que indique su lugar de nacimiento ni de fallecimiento. No aparece ni en el Archivo General de Indias, ni en los de Salt Lake City, ni en el Archivo General de la Nación Dominicana. Se deduce que nació en Azua porque en la primera Asamblea Constitucional de la República Dominicana, en 1844, aparece presidiendo dentro de la Comisión para la creación de la Primera Constitución de República Dominicana, y, luego, como diputado representante de Azua, junto con Buenaventura Báez. Con toda probabilidad, habría nacido antes de 1800 porque en 1821, ya figuraba entre los firmantes del Acuerdo de San Martín, que llevó a la primera independencia dominicana de 1821. En el Archivo General de la Nación Dominicana, solamente aparece un documento de su base de datos, en el cual, Vicente Mancebo interviene, como letrado probablemente, en el nombramiento de “Eduardo José Severino como tutor” del hijo de “Andrea Contreras, viuda de Esteban Mejía del Castillo”, a solicitud de ella misma. Acto realizado en Bayaguana, en fecha 16 de julio de 1827 (Referencias 1700033 y 1700035).
El segundo personaje, lo he extraído del desaparecido Dr. Julio Genaro Campillo Pérez, abogado y experto en genealogía, nacido en Santiago de los Caballeros, quien llegó a mencionar en un artículo en el periódico Listín Diario, a finales de década de los años 90, a Juan Mancebo, a quien se refería como representante o delegado del Haití español en la guerra de independencia de Haití por el 1801. No recuerdo el nombre del artículo en cuestión y me ha sido difícil obtenerlo desde España. Para ese tiempo, en 1801, Toussaint había invadido la parte española de la isla, que en ese tiempo no pertenecía ni a España ni a Francia, debido al Tratado de Basilea. Quiero hacer notorio, sin desmeritar los fundamentos, de Campillo Pérez, que tampoco aparece dato alguno de este personaje en la base de datos de todos los archivos mencionados.
Finalmente, en el Archivo General de la Nación Dominicana, aparecen los datos del otorgamiento de poder, el 6 de mayo de 1806, como Presbítero, a Juan de Dios Mancebo, para ejercer el sacerdocio en la Diócesis, impresiona que geográficamente es en Puerto Rico; pero no queda claro y podría ser en Santo Domingo, por el origen del archivo.
En el mismo archivo de la nación dominicana, aparece el dato de Manuel Mancebo, como presidente de un comité político de San Cristóbal, en el que se presentaba el proyecto electoral del General Ulises Heureaux (Lilís), el 10 de abril de 1886, en San Cristóbal, República Dominicana.
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